Las cosas parece que por fin marchan bien para Fran Mérida. La eterna promesa formada en La Masía, que salió con 15 años a Inglaterra para probar suerte en el Arsenal y posteriormente no encontró su lugar en el fútbol, ha recuperado su estrella en Huesca, donde juega al lado de otro ex txuri urdin como Iñigo Ros. Con los azulgranas juega, asiste y hasta golea. Es el líder del conjunto de Anquela. Desde su llegada en febrero de 2015 cuando el Huesca militaba en Segunda B, Fran Mérida ha ido recobrando un protagonismo que parecía opacado por los continuos vaivenes de su carrera.
Quizás Huesca era su última oportunidad a pesar de su juventud. A punto de cumplir 26 años, el catalán ya ha pasado por todo tipo de etapas, incluída una rocambolesca y poco fructífera experiencia en Brasil con el Atlético Paranaense. Tal y como reconocía en una entrevista a El Confidencial en Huesca "ha encontrado un lugar donde me siento respetado". En El Alcoraz está recuperando ese fútbol que le llevó a ser internacional en todas las selecciones españolas hasta la sub-21: 20 partidos y 3 goles, el último la pasada jornada en el triunfo por 3-1 ante el Albacete. Su ayuda está resultando esencial para mantener al Huesca fuera de los puestos de descenso, principal objetivo para esta temporada.
Fran Mérida llegó a la Real Sociedad cedido por el Arsenal con 17 años y en una época convulsa. Fue la primera campaña en Segunda tras el descenso y Badiola presidía la entidad donostiarra. Debutó un 20 de enero en Córdoba, con triunfo realista por 1-3. Dejó destellos de su potencial pero aún demostraba falta de experiencia en determinadas ocasiones. Con su regreso a Londres su carrera parecía estancada hasta que surgió la posibilidad de fichar por el Atlético de Madrid. Otra mala experiencia con los colchoneros y a partir de entonces tumbos y más tumbos: Portugal (Sporting de Braga), Hércules y Brasil (Atlético Paranaense) sumando entre los tres equipos un total de 29 partidos y 2 goles.
Para el centrocampista barcelonés "el fútbol siempre ha sido mi vida, mi pasión. Y lo será hasta que el propio fútbol me eche". Una declaración de intenciones en toda regla. Un fútbol, el profesional, que esconde muchas zonas oscuras: "Lo que no me gusta es esa gente que cuando todo va bien se acerca a ti y te da la palmadita para ver qué puede sacar", refiriéndose a los agentes que sólo quieren llevar al jugador a cierto sitio para sacar más comisión. Por suerte y gracias a que Fran Mérida no arrojó la toalla en los peores momentos, el fútbol puede volver a disfrutar de él. Y viceversa.