Rossato denuncia por impago a su último club

Adriano Rossato, ex-futbolista brasileño de la Real Sociedad se ha visto obligado a denunciar por impago al Comercial, último club al que ha prestado sus servicios. Junto a otros ocho compañeros, entre los que se encuentra el defensa Fabão -que pasó también por España jugando en el Betis y Córdoba- Rossato acudirá en las próximas fechas a la justicia de Ribeirão Preto para reclamar varias fichas y alguna rescisión de contrato no abonadas por el presidente del club brasileño, Nelson Lacerda (sic).

 

Rossato llegó al modesto Comercial a principios de 2011 tras abandonar el Salamanca y encontrarse sin equipo. Aportó su experiencia y liderazgo para que los blanquinegros consiguieran retornar al Campeonato Paulista después de 25 años de ausencia. Su rendimiento fue tan convincente que desde el Comercial le ofrecieron un contrato vitalicio, primero como jugador y más tarde, cuando decidiera abandonar la práctica del fútbol como dirigente. Sin embargo, ante los problemas económicos del club ribeirão-pretano Rossato decidió abandonarlo en mayo de este año. Su condición física parece excelente, ya que él mismo indica en alguna entrevista que su deseo es seguir disfrutando del fútbol: "Si las lesiones me respetan, voy a seguir jugando. Me cuido mucho".

Juanito y Rossato, a tortazo limpio en Zubieta.
Juanito y Rossato, a tortazo limpio en Zubieta.

El centrocampista brasileño, reconvertido a lateral izquierdo en la mayoría de sus últimos equipos, llegó a la Real en el verano de 2004 procedente del Oporto. El conjunto portugués previamente le había fichado del Nacional de Madeira, donde completó dos magníficas temporadas. Su paso por el club donostiarra se recuerda sobre todo por dos hechos. Primero, aquel golazo de falta al Sevilla en el Sánchez Pizjuán, que por desgracia no sirvió de nada. Y segundo, más negativo, la pelea en un entrenamiento con Juanito en la aciaga campaña del descenso. El hundimiento de su pómulo derecho y una sanción de empleo y sueldo para ambos fue el resultado final de tan esperpéntico episodio. Su salida de la Real estaba cantada y semanas después marchó cedido al União Leiria portugués. Ahora, con 35 años, busca equipo en Brasil para continuar corriendo la banda.